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BLANCA NAHUMI MORILLO BENAVIDES

Parte 1

  Por: J- Mauricio Chávez Bustos

Nota:

Tuvimos con Blanca una amistad grande, vencimos las barreras del tiempo y en ocasiones yo era el viejo y ella la niña, cuando no la sabia que me corregía y buscaba orientarme con libros y revistas. La visitaba en su gran casona de la carrera 6 con calle 17, frente a la mansión donde su padre levantó unas columnas dóricas para crear un templo del saber.

Rebuscaba entre sus cosas y sacaba unas finas copas de murano y ahí, yo siendo un aprendiz iniciático de Baco, me brindaba los más finos licores. Era una dura crítica del ipialeño, le molestaba su hipocresía, el síndrome de Solomon que se cultivaba a diestra y siniestra, le molestaba los falsos reconocimientos. Ahí debatíamos sobre lo humano y lo divino, sobre el bastón que quiso regalarme y que yo no acepte, ¡era su sostén!, y que en realidad era una daga oculta, el cual fue robado vilmente por un ladronzuelo de poca monta, y en cuya reposición me obsequió el retrato de un mendigo, obra de don Teófilo Mera. Entonces escribí una nota y se la envíe; recibí contestación, y así nos cruzamos una que otra carta, algunas de ellas acompañadas de algunos poemas.

Creo que Blanca merece todo el reconocimiento de los ipialeños, de los nariñenses, de los colombianos. Nació en Ipiales y murió en Cali. Se desposó con Carlos Olmedo Calderón y le guardó luto en su alma durante los días que le sobrevivió. Cansada de Ipiales, así me lo manifestó, se fue a Cali y ahí quedaron sus cenizas, sus recuerdos y el inmenso archivo que debe haberse ya trucado por unos cuantos pesos. Ahí quedó parte de la memoria de los ipialeños. Quiero compartir con Uds. el escrito que le hice entonces, algunos poemas y en la segunda entrega las cartas que me remitió, ya que ahí se aprecia el pensamiento inconmensurable de esta grandiosa mujer.

Blanca Morillo Benavides de Calderón

Sumergida en sus pensamientos, rebuscando mapas que pudieran guiarnos a tesoros ocultos, repletos de razón y de inquietudes. Esa es la vida que ocupó a BLANCA MORILLO BENAVIDES, voz huracanada llena de acierto, cuya intelectualidad rebosa los límites de lo común.

Ser cuestionante, inconforme a seguir las pisadas leves de historias prestadas, ella, fundó y refundó su propio camino. Arrolladora verdad, poseedora de una serie de ideas que quisiéramos fuesen nuestras. Desconcertante e inquietante rebuscadora de su propio dogma, cuyos lineamientos le permitieron ser autora de sus grandes doctrinas, ser Pontífice máxime de la irreverencia.

Indiferente, aparentemente, frente al juego de la amistad, más cuando se encajaba en ella como una pieza más del rompecabezas de su cuento profano, se convertía en protagonista principal, cumpliendo su papel de camarada.

Fue poeta periodista, ensayista, en ellos se extendía y se adueñaba del verbo, convirtiendo a la palabra en un juego entre libertaria y esclavista de su propio dominio, componiendo frases nada retóricas, muestra de su genialidad.

Su obra, rica en contenido filosófico y sociológico, la cual esperamos salga algún día en un copioso volumen por el oriente de ese barrial humano que nunca la comprendió, convirtiéndose en Sol, de cuyo astro relucirán, como rayos, sus verdades emanadas.

Sumergida en sus pensamientos, rebuscando mapas que pudieran guiarnos a tesoros ocultos, repletos de razón y de inquietudes. Esa es la vida que ocupó a BLANCA MORILLO BENAVIDES, voz huracanada llena de acierto, cuya intelectualidad rebosa los límites de lo común.

Ser cuestionante, inconforme a seguir las pisadas leves de historias prestadas, ella, fundó y refundó su propio camino. Arrolladora verdad, poseedora de una serie de ideas que quisiéramos fuesen nuestras. Desconcertante e inquietante rebuscadora de su propio dogma, cuyos lineamientos le permitieron ser autora de sus grandes doctrinas, ser Pontífice máxime de la irreverencia.

Indiferente, aparentemente, frente al juego de la amistad, más cuando se encajaba en ella como una pieza más del rompecabezas de su cuento profano, se convertía en protagonista principal, cumpliendo su papel de camarada.

 Fue poeta periodista, ensayista, en ellos se extendía y se adueñaba del verbo, convirtiendo a la palabra en un juego entre libertaria y esclavista de su propio dominio, componiendo frases nada retóricas, muestra de su genialidad.

Se desposó con Carlos Olmedo Calderón y le guardó luto en su alma durante los días que le sobrevivió.

Su obra, rica en contenido filosófico y sociológico, la cual esperamos salga algún día en un copioso volumen por el oriente de ese barrial humano que nunca la comprendió, convirtiéndose en Sol, de cuyo astro relucirán, como rayos, sus verdades emanadas.

Su poesía, verdadera creación parida en su rebeldía es clara, concisa, fuerte, avasalladora, en ella expresa la vida cargada de contrariedades y eternos dualismos, en una muestra de la complejidad del hombre en el cosmos y en su mundo creado.

Así era BLANCA MORILLO BENAVIDES, eso y un universo más que no se dio nunca a conocer. Enigmática, prefería el silencio de su habitación, hecho abadía de saberes. Nariño tiene en ella a su máxima representante rebelde y creadora, inquietud y ensueño, pero no el ensueño fundido en el mero sentimiento, ¡no!, para ella era el refugio en donde se copulaban los deseos humanos de libertad y autoconocimiento. Frente a su vida, frente a ella misma, morían fechas y horas, datos precisos y predicciones obvias, porque estaba forjada en el calor y el frío de la perfección y el sentimiento, de la duda y la razón.  

Blanca Morillo con Alfonso Alexander

 

Amante de la estética y del cultivo del ser humano en todas sus formas, promovió serias y comprometidas obras intelectuales, entre ellas la cofundación de la Casa de la Cultura en Quito, conformó el tríptico intelectual, periodístico y singular con Alfonso Alexander, su compadrito, y Carlos Olmedo Calderón, su eterno amante, en donde se sumaba la universalidad agitadora de Alexander, el verbo certero de Calderón y la intelectualidad mágica y rebelde de Blanquita. Colaboró con sus escritos en periódicos regionales y nacionales, como la Gaceta Cultural del Banco de la República, en el Tiempo de Bogotá, en donde hizo escuchar su voz grave de denuncia e inconformidad en una nación sumida en las ansias desmedidas de capitales y haberes, haciéndose voz de los campesinos y pobres sin dolientes.

De entre su agnosticismo, que parecía cierto, surgía la esencia misma de su obra: lo incógnito, lo trashumante, algo que a nosotros, los hombres del común, nos será muy difícil descifrar. BLANCA NAHUM, como te gustaba llamarte, profanadora de la aparente realidad, mujer mística, mítica, arca de la irreverencia, espejo de justicia, te elevas hoy más alta que nunca, estás en el edificio que resguarda el libro que todo lo contiene, te has integrado al cosmos, para reafirmar tus saberes y tus creencias, te has convertido en verdadera torre de marfil.

No puedo dejar este escrito así… no sin evocar a esta Torre de Marfil, a Blanca, Blanca amiga, Blanca ausente, Blanca poeta, Blanca epistolar…hoy puedo arriesgarme a publicar algunos de tus poemas y las cartas que me escribías…ya no puedes vaciarme, espérame a que me integre al cosmos y nos tomamos esos tragos y leemos a nuestros poetas, espero entonces tu jalón de orejas por estas infidencias que vienen.

jemaoch@gmail.com

BLASFEMIA…?

 

Para Mauricio Chaves Bustos,
un individuo Quijote y Sancho, a la vez.
Oro tocado, esencialmente, del lirismo
de los Dioses.

 

 

Qué es un amigo…?

Un apretón de manos,

una palabra cariñosa?

En el conflicto, qué?

En la vida, qué…?

Sólo la Muerte…?

 

Qué es un amigo…?

Un reencuentro feliz

con la esperanza…?

 

Un golpe ante la puerta,

acaso?

Sí!

Un golpe

ante la puerta de la casa:

un Golpe!…

Cuando la casa de uno

se llama corazón!

Un golpe!

De esos que sólo

el gran amor los da.

 

Un golpe,

con sonidos

de cuerda vibratoria.

Mas, no de plata,

de cristal ni bronce

(tal vez de lata

alguno si la dan)

Un golpe, sí:

a nuestra puerta lúcida.

Un golpe trascendente y firme.

Esotérico. Omnisciente:

Como si fuera un Dios!!!

 

Pues, un amigo,

de verdad, amigo:

es vida, es lumbre

-bíblica roca-.

Inconmovible. Invicto.

Al mismo tiempo

es sol y es sombra!

Multitud apacible…

Gloriosa soledad!!!

 

Cómo explicarte esto…?

No lo sabes?…

Pues, sé amigo, de verdad amigo.

Y, por jamás lo dudes:

Un amigo es teología del alma!!!

Ya que Teo

no es otro que un amigo!!!

 

Blasfemia….?

 

1994

SEA!!!…

 

Para Mauricio Chaves Bustos,
que supo hacer en Claudia la otra madre de oro,
tomo biológico.

 

Los cielos fueron

y la tierra también.

Hubo lumbres.

Hubo mares…

Simientes, frutos

y cálices de oro…

Con tanto cielo

y expansión

sin pares,

el gran cosmos de Dios

era un tesoro!!!

 

Mas no el tesoro

que procesan otros,

con pretensión de dioses,

a través de un dólar…

No!

Fue el tesoro de amor

y bendición perpetua.

(Si lo quiere el hombre…)

 

Los cielos fueron

y la tierra también.

De aurora vestíanse

los azahares,

mientras el agua

con buril sonoro,

iba erigiendo al Sempiterno

altares:

blancos y azules

de inmortal decoro…

 

Qué armonías…

Hay música en las cosas:

decía el Eterno

al contemplar su mundo!

Pero después…

Después…

Y, a pesar de todo,

con el mundo así…

sin reventar las rosas…,

al propio Dios

le pareció un averno!…

 

Entonces El,

cogitabundo y puro,

con su poder de siglos:

Corazón inmenso,

selló un mandato

evolutivo y justo.

Sobre todas las cosas

dijo:

Sea la luz

y fue la Madre!!!

 

30 de mayo de 1995

ACRÓSTICO

 

Mañana volverá la luz:

Aurora titilante de esperanza.

Una vez… una vez más

Regresarán al erial de los ensueños

Inamovibles gotas del espíritu:

Cielos en su lucha…

Imnos de victoria!

Obra grandiosa de juventud y vida

EN TUS MANOS

He buscado por todos los caminos

un ápice de gloria, paz y vida

donde se unjan mis nardos peregrinos

y estas rosas y amor de alma invencida…

 

¿Será pecado esperanzar la esencia

que perfuma el dolor de mis andadas

y enderezca la fe de la conciencia

esculpiendo en mi sien glorias pasadas?

 

Nunca, mi bien! Más, la sutil quimera

no ha de ser bien sino en tus manos suaves

que en la cumbre son águilas del cielo,

 

y en mi vida de amor piedad sincera.

Rosas de luz, iluminadas aves,

si bendices las hostias de mi anhelo!

5 Comments

  1. Julio César Chamorro Rosero

    Excelente, poeta Mauricio, ese recuerdo profundo de Blanquita a quien conocí, fui su amigo, escribió un concepto sobre mi poesía, y en compañía de Miguel Garzón recibimos en su casa a Eduardo Carranza y Pepita de Castelblanco. Qué orgullo para usted haber recibido esos poemas dedicados desde el alma.

    Reply
    • Ciro Findlay Osejo

      Apreciado Mauricio, su aporte sobre Blanca Morillo revive la historia de Ipiales a mediados del siglo pasado en el arte de escribir. En ese caminar con Carlos Olmedo Calderón; dejaron escrita la verdad, la denuncia, la libertad, el amor. Mauricio usted recibió un legado que ha cultivado con mucha dedicación.

      Reply
  2. Javier solis

    Grata incidencia. Que fortuna poder leerla.

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    • Albalucia calad

      De nuevo un impacto hermoso en mi alma. Despertar y encontrar una nueva aproximación de ese mundo insondable que es la trayectoria vital de jmauriciochaves. Remontar mi recuerdo a la amiga y compinche maravillosa d e mi madre,partner de andanzas literarias y periodisticas, y además conocer tantas incidencias de su vida .mi recuerdo se revive al doloroso impacto de dejar su casa por circunstancias tristes y luego su desplazamiento a cali
      bajo el cuidado de su sobrina y amiga de infancia magdiela garzón…alli perdí la huella de este admirable ser que vivió con una vision adelante de su entorno. Una Frida Kalo ipialeña. Y recibo este regalo hoy 14 de julio dia del cumpleaños de Carmen Coral Vda
      De Calad

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  3. Julio César Goyes Narváez

    Hacer memoria, querido Mauricio, hacer pasar por el corazón aquello que lo inquietó, es procurar que la vida aún después de la muerte, tenga sentido, sea un relato posible para los que buscan el día. Es un libro retrato de la periodista y escritora ipialeña Blanca Murillo que conocí con admiración de lejos:
    “He buscado por todos los caminos
    un ápice de gloria, paz y vida
    donde se unjan mis nardos peregrinos
    y estas rosas y amor de alma invencida…“ conocí con admiración de lejos:
    “He buscado por todos los caminos
    un ápice de gloria, paz y vida
    donde se unjan mis nardos peregrinos
    y estas rosas y amor de alma invencida…“

    Reply

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