La administración municipal  en guardia contra el ejercicio periodístico.

A propósito de la actitud de algunos funcionarios de la administración municipal de Ipiales, incluido el acalde Amílcar Pantoja, frente a cuestionamientos de la prensa local, respecto a temas de seguridad y otras actuaciones administrativas; bien vale la pena reflexionar un poco:

En la actualidad, el ejercicio del periodismo se enfrenta a numerosos desafíos, entre ellos, el obstáculo que representa la administración pública en la defensa y respeto de la libertad de prensa. A lo largo de la historia, hemos sido testigos de cómo determinados gobiernos que han asumido la administración del municipio, en lugar de propiciar la transparencia y el acceso a la información, han optado por medidas restrictivas que restringen el trabajo periodístico.

Cuando hablamos de la administración municipal en guardia contra el ejercicio periodístico, nos referimos a situaciones en las que algunos funcionarios públicos, en lugar de facilitar el trabajo de los periodistas, actúan en su contra y lo descalifican.

El periodismo local en Ipiales, sobre todo desde la elección popular de alcaldes (1988), ha tenido que enfrentar múltiples desafíos, entre ellos, el obstáculo que representa la administración pública en la defensa y respeto de la libertad de prensa.

En épocas electorales las campañas se han atribuido la facultad de reconocer como periodistas a los comunicadores que están en su bando y a descalificar a aquellos que tratan de mantener su neutralidad, o muestran alguna simpatía por los contendores.

Una vez electos, ya en ejercicio de la administración, conservando sus resquemores los nuevos mandatarios proceden a premiar burocráticamente a quienes respaldaron su campaña y, de manera revanchista, atacan el trabajo de la prensa en ejercicio. Esta práctica es contraria a la ética y la imparcialidad, ya que los favorecidos deberían abstenerse de cualquier tipo de preferencias.

Culpar a la prensa de los errores propios y premiar burocráticamente a quienes acompañaron la campaña política ganadora, para que hablen bien de ellos, solo perpetúa la desconfianza en el sistema y va en contra de los principios de transparencia y equidad.

No solamente en Ipiales sino también en los ámbitos nacional e internacional, en muchas ocasiones, se tiende a culpar a la prensa de los errores cometidos por quienes se desempeñan en la administración pública.

En nuestra ciudad, actualmente, la relación entre los funcionarios en ejercicio y la prensa local es compleja y conflictiva. Los funcionarios parecen sentirse atacados por la cobertura mediática de sus acciones, a menudo percibiéndola como injusta o sesgada.

En respuesta a esto, algunos funcionarios de la administración municipal de Ipiales, con sus declaraciones, han optado por culpar a la prensa de sus propios errores, ineficiencia o deficiencias, desviando así la atención de los problemas reales. Actitud que podría traer consecuencias negativas para la ciudadanía en su conjunto, ya que los funcionarios en ejercicio de la administración tienen la responsabilidad de rendir cuentas y ser transparentes en sus acciones. Culpar a la prensa de los errores propios no solo es injusto, sino que además socava la confianza en las instituciones gubernamentales.

Es fundamental que los funcionarios en ejercicio de la administración asuman la responsabilidad de sus acciones y actúen con integridad en beneficio de todos los ciudadanos. Hoy más que nunca, los medios de comunicación desempeñan un papel trascendental en la sociedad al informar a la población sobre los acontecimientos y las acciones de los funcionarios públicos.

Es importante resaltar que los medios de comunicación tienen la responsabilidad de informar de manera objetiva y veraz, pero también es cierto que su labor no consiste únicamente en señalar y denunciar los errores de los funcionarios, sino también en destacar sus aciertos y actuar como una plataforma para la rendición de cuentas de la Administracion municipal.

Cuando se trata de errores cometidos por los funcionarios del gobierno municipal, la prensa local juega un papel crucial al investigar y exponer los casos de corrupción, las malas prácticas y las decisiones equivocadas que puedan afectar a la comunidad. En este sentido, los medios cumplen una función de contrapeso y control, garantizando la transparencia y la rendición de cuentas en el ámbito político.

Dentro de las acciones de la administración pública, la responsabilidad recae sobre los propios funcionarios, quienes deben asumir las consecuencias de sus errores y actuar de manera diligente y ética en el desempeño de sus funciones. Culpar a la prensa de estas equivocaciones es un intento de desviar la atención y evadir la responsabilidad que les corresponde.

Como también, es relevante aceptar, que los medios de comunicación igual están sujetos a errores, ya que quienes realizan el trabajo periodístico son seres humanos. En estos casos, es necesario que se realicen rectificaciones o aclaraciones por parte de los propios medios.

La responsabilidad de la prensa esta en cuestionar, investigar, denunciar y hacer el seguimiento de la informacion; los aplausos y las felicitaciones los debe dar la comunidad frente al buen actuar de sus delegados.

En conclusión: culpar a la prensa de los errores de los funcionarios es una forma de evadir responsabilidades. Si bien es cierto que los medios de comunicación tienen una labor importante en señalar los errores cometidos por los funcionarios, la responsabilidad al final recae en estos últimos.

Los medios deben cumplir su función de manera objetiva y veraz, pero también deben reconocer y corregir sus propios errores cuando los cometan.

                                                                               El Director

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